martes, 21 de julio de 2009

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Jugando un juego sin fin, de cartas de numeros indescifrables,
Intento encontrar la forma de hacer trampa para parecerte amigable.
La mesa está lista para una cena de negocios,
Pero aún no encuentro un estimado socio.
Las velas se apagan con el frio que envuelve el ambiente.
Comienzo a pensar que para ti, nada de mi es suficiente.
Quemé mis sueños con el fuego que ardía desde mi interior,
Y caí cada vez que me sentia superior.
La vida es un regalo que todavía no he descubierto,
Aunque caminé cada paso con el corazón abierto.

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