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Estoy descendiendo y procuro aterrizar
Cerca de tu reino, y tu trono alcanzar
Puede que se haya manifestado demasiado pronto
Son riesgos, pero los afronto
Sabiendo que de esta bendita celda no puedo salir
Verdaderamente no me importa, me basta con poder vivir
Para apreciar la luz, simple, sútil en tu mirar
Un manto oscuro, que fluye como corriente de mar
Una inmaculada sonrisa, capaz de alegrar cada momento
Tropezones y aciertos de un pensamiento
Colmar cada espacio con palabras sagradas
Ser partícipe de una maravillosa velada
Saber que estás cerca, que puedo escucharte en la lejanía
Mientras recibes las olas en aquella solitaria bahía
Compartir mis buenas acciones, practicar un poco de caridad
Para librarme de cualquier tempestad
Sin límites, ni fronteras, viajaríamos a donde nadie espera
Acamparía junto a tu pecho, cobijado con tu cabellera
Escuchar tus palabras en todo momento, transformándose en dulces poesías
Dormir bajo la luna, despertar con tus fantasías
Orar por las noches, agradecer esta dichosa companía
Preguntar a Dios si eras mi ángel, y si tú lo sabías
Advertir tu andar sagrado, cercano, en un mundo totalmente desenfocado
Es mi voluntad, mi fuerza, mi corazón agitado
Preso de un sentimiento auténtico, que se extiende ágilmente
No es vociferar, te pertenezco en cuerpo y mente
Si pudiera sostenerte en mis brazos, tu piel sería cómplice de mi bienestar
Grata presencia en el camino, intentaré esta vez no fallar
Pues, me gustaría regalarte mi corazón, dedicarte una canción
Que entiendas cuan rosa se manifiesta esta sensación
Decirte cuan importante eres, hasta resulta difícil explicarlo
Eso denota un escazo vocabulario, de todas formas, me gusta meditarlo
Eres mis visiones, otorgas a los paisajes los más divinos colores
Eres mis emociones, sembrando felicidad en el campo de los temores
Eres mis esperanzas, creyendo en una unión incierta
Eres mi soledad, por ello te pido que no cierres la puerta
Eres la respuesta, más allá de cualquier cuestionamiento
Eres la génesis, de un nuevo sentimiento