sábado, 27 de noviembre de 2010

Review de By The Way en Rolling Stone (Agosto '02)



Queda claro de Californication era apenas un calentamiento. Con el estupendo y melódico By The Way, los Red Hot Chili Peppers se meten de cabeza en el terreno del pop al que se habían acercado con Scar Tissue (1999); aquí nadan en las tentadoras aguas de California del sur que también inspiraron a los Beach Boys y descubren que el riff al rojo vivo dice tanto o más que el ritmo basado en la testosterona.

By The Way, producido por Rick Rubin, alcanza un equilibrio casi perfecto casi perfecto entre la mugre de los bajos fondos y las aspiraciones artísticas más elevadas, y continúa la lenta transformación de los Peppers. En los 80 fueron pioneros de la hibridación entre el funk, el rock y el rap, y después, a partir de Blood Sugar Sex Magik y su single “Under The Bridge” (1991), empezaron a alejarse de las repeticiones idiotizantes del género.

Con el tiempo, hicieron canciones más intrincadas e incorporaron riffs de cuerdas y heroicos contrapuntos de guitarra, hasta que, poco después, pasaron de matones toscos a ser los Aerosmith del rock alternativo (¡pero sin esas power ballads chillonas y suplicantes!), creadores de música creíble y al mismo tiempo comercial.

En By The Way emprenden una búsqueda más radical todavía: persiguen ese soplo de dicha vertiginosa e indescriptible que suele encontrarse en la obra de Brian Wilson y de los Beatles. Las utópicas temáticas de amor y las escenas de sexo que propone el cantante Anthony Kiedis adquieren el nivel de refinamiento de Pet Sounds.

Para resultar notable, a By The Way le alcanzaría con su desfile de melodías incansablemente pegadizas: This is The Place, Midnight y la alegoría kármica Universally Speaking están entre los ocho temas, aproximadamente, que tienen suficiente fuerza como para conquistar todas las radios. De los demás, algunos se internan por caminos desacostumbrados -Venice Queen, con su aire de suite; Cabron con su ritmo latino, que pide la paz en un barrio gobernado por patotas-, y otros dos o tres podrían no estar sin que nadie lamentara su ausencia. Peor es ahí donde dan frutos los años que la banda pasó perfeccionando su ritmo funk: hasta las infaltables baladas están tocadas como si fuesen comunicados urgentes de algún frente de guerra metafísico, con una intensidad que no es nada común en las grabaciones multitracks. Cualquiera arma una canción a partir de una orden sencilla, como Throw Away Your Television, pero los Chili Peppers toman la idea, la transmiten Por medio de un golpeteo atronador que trae a la memoria el histórico ritmo de la orquesta de Ellington en los años 30 y la convierten en algo absolutamente inspirador: la semilla de una revolución que hace que te levantes de tu sofá.

En todo By The Way aparecen referencias igual de inesperadas: Kiedis lleva su voz a un estilo psicodélico beatlesco en Universally Speaking y colabora con un coro “a la Beach Boys” en The Zephyr Song. Hasta los temas más bien típicos de los Peppers –por ejemplo, Midnight, en el que Kiedis exige: “Mézclalo hasta que no queden más pedigríes”- no son sólo copias recauchutadas sino útiles prolongaciones de la marca RHCP; indican cómo se hace para desarrollar un sonido que ya es característico y para evolucionar, orgánicamente, sin ir demasiado lejos. Una cosa es mezclar todo hasta acabar con los pedigríes, y otra es hacer lo que hicieron los Chili Peppers: reunieron ideas y sonidos de todo el mapa, desconectados entre sí, para crear un todo coherente y atrevido que, pese a su origen mestizo, no podría provenir de ninguna otra banda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad me parece muy bueno este álbum. Es muy interesante & bueno sobre todo me se todas las canciones de este álbum }posta: Gracias por existir RED Hot chili Pepper ♥

Anónimo dijo...

jajaaj conque para poner la aprobación de este comentario ó algunos otros tiene que verlo e..
.|. me la pelas que! Wey

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